La alimentación de las personas mayores. Dr. Keshava Bhat

 
Texto extraído del libro El Sentido de la Vida del Dr. Keshava Bhat, Ediciones Vivir Mejor 

La alimentación es algo fundamental. En la etapa anciana los cinco elementos y los seis sabores son importantes. Sin embargo podemos disminuir la cantidad de dulces. El trabajo del cerebro utiliza normalmente más o menos 20% de la glucosa sanguínea como suministro de energía para el mantenimiento de sus 28 millones de neuronas. Cuando se llega a la edad avanzada no se necesita ese mantenimiento porque la actividad mental disminuye y el desgaste también; por lo tanto, es conveniente disminuir los azúcares en las comidas. Puede incluirse el guarapo de caña por sus beneficiosas propiedades explicadas en sección anterior, para eliminar el azúcar. Ya no se necesita crecer, sino reparar. El alimento que ingerimos debe ser suficiente para cumplir se requisito. Por otro lado dependiendo del desgaste se requiere reparación. Si hay problema de desmineralización, se deben suministrar minerales. Hay varias formas de suministrarlos. La forma más fácil sería con agua de mar. En el agua de mar se han identificado 103 elementos. La sal iodada o la sal industrial que normalmente consumimos tiene solamente 3 elementos: sal, iodo y cloro. El resto de los 100 elementos son eliminados en el momento de la refinación. Si podemos suministrar media taza de agua de mar o una taza al día, es un excelente complemento nutricional. Alternativamente, podemos utilizar sal marina, pero no debemos abusar tampoco de ella. Se debe consumir un consumo de 5 gramos diarios. Si la persona no tiene problemas de desmineralización se puede disminuir su consumo. Así en la edad avanzada conviene en general disminuir el consumo de sal y dulces. Cuando el cuerpo no necesita construir más no hay necesidad de incorporar más nutrientes de esa índole. Lo que hay que atender es la reparación, lo cual significa que los aminoácidos son la prioridad. Los parámetros internacionales en este caso son útiles: 0,6 gramos de ingesta por kg de peso, siempre y cuando se tenga un peso proporcional a la talla.

Cualquier célula vegetal con su núcleo y su protoplasma tiene clorofila, síntesis de carbohidratos, síntesis de aminoácidos, ácidos grasos poliinsaturados, síntesis de minerales orgánicos, vitaminas, etc. Todos ellos son productos fotosintéticos. A partir de la energía electromagnética, de la luz solar, la clorofila se combina con el agua y la solución del suelo, así como con el aire del ambiente, para producir nutrientes de la planta, que almacena el excedente que no necesita. Entonces cualquier célula vegetal viviente puede suministrar todos los aminoácidos necesarios en la proporción adecuada.

En las células vegetales oleaginosas, como el ajonjolí, coco seco, avellanas, semillas de girasol, oliva, aguacate, linaza, maní, etc., se encuentra abundante aceite. Ese alto contenido de grasa puede ocasionar daño. Por lo tanto, el consumo de oleaginosas sólo se recomienda en cantidades limitadas durante temporadas frías. En la época de navidad, en los trópicos no se debe consumir más de cinco avellanas o semillas de maní, o almendra, o de merey, al día. En el caso del ajonjolí hasta dos cucharadas.

Al suministrar productos vegetales bien combinados, tendremos una cantidad adecuada de los nutrientes, incluyendo las proteínas. En relación a estas últimas solo necesitamos unos veintitrés gramos diarios  (no la cifra elevadísima que se consume hoy en día). Veintitrés gramos es más que suficiente para un individuo. No necesitamos más. La constitución del cuerpo debe contener tan sólo 15% de proteínas aproximadamente. El exceso d eproteínas produce problemas graves, porque al transformarse esas proteínas en aminas causan alteraciones en el pH de la sangre. Para prevenir esa complicación es mejor evitar el excesivo consumo d eproteínas que nos caracterizan hoy en día.

Por otro lado es importante masticar bien. Cuando no se tiene dentadura pueden producirse problemas. Por esa razón hay que cocinar bien los alimentos. Si es posible, pueden hacerse en forma de cremas, sopas, en formas blandas, con todos los sabores, para que sean suaves. No es indispensable que se mastique con los dientes si la dentadura es escasa. Se puede mezclar el alimento con saliva y tragarlo. Es importante preparar y consumir las comidas frescas, y nunca recalentarlas. Se preparan y de una vez se comen, no se dejan para el otro día y mucho menos se dejan en la nevera. La comida recalentada no sirve para el consumo humano. 

El horario para comer podemos ajustarlo a las necesidades individuales, pero debe ser sistemático. La ingesta no debe llenar demasiado. Esto es muy importante, el alimento debe suministrar lo requerido y no sobrecargar la digestión. Para lograr esto hay que consumir alimentos en horas adecuadas y cantidades limitadas. Si no se tiene hambre, no se debe comer obligado. A veces los niños y los ancianos mañosos manifiestan no tener hambre y después de un rato preguntan por su comida diciendo "no me han dado comida". Debemos chequear cuál es la razón. Durante el primer día está bien. Pero el segundo día podría responderse: "bueno, tú me dijiste que no tenías hambre, ya no hay comida para hoy" ..., para que al día siguiente no se vuelva a hacer lo mismo. Hay que mantener un orden en la comida: en el horario y la cantidad. Esos dos aspectos son importantes en un tiempo proporcional para que se digiera. No se debe descansar o reposar la comida, si no se ha hecho la digestión.


En la tabla se presenta un menú semanal para personas mayores que puede ser muy útil como pauta sobre el tipo de comidas que hemos estado recomendando.

A veces puede haber dificultad para el control de esfínteres, lo que puede producir orinadera continua. En ese caso las hojas de tamarindo se pueden poner a sancochar al vapor, para triturarlas, y sacar su jugo. Dos cucharadas de ese zumo cada dos horas por uno o dos días es suficiente, para normalizar esa condición.

En cuanto a las evacuaciones su número debe ser igual al de las comidas (normalmente tres veces al día). En un lapso de 18 a 24 horas desde la ingestión de la comida, los residuos deben eliminarse. Si no sucede esto, debe ayudarse (...) habría que hacer seguramente ajustes en la alimentación ya que el cambio de alimento puede producir la normalización, agregando afrecho y salvado de trigo.

En las comidas debemos agregar más fibras de alguna forma. Si hay irritación en el colon pueden suministrarse botones de cayena. Se mastican o se preparan en infusiones. Eso ayuda para tranquilizar y también para ir al baño con más frecuencia.

El ajonjolí remojado de un día para otro y licuado, también es excelente. Algunas personas toleran mejor frutas como la lechosa, mientras que otras prefieren piñas. Una combinación de piña con lechosa ayuda para desinflamar. Ello es posible gracias a los elementos desinflamatorios de la piña y a la presencia de enzimas como la papaína de la lechosa que digiere las proteínas. Cuando hay combinación de problemas de transporte sanguíneo con problemas digestivos, lechosa con su concha y pocas semillas, es lo más adecuado. Un batido de lechosa por la mañana, mediodía y tarde es muy benéfico.

Es importante ingerir la cena entre las 5:30 y las 6:00 de la tarde para que se pueda descansar cuando llega la noche. Es natural que una persona de edad no pueda dormir toda la noche. Como dijo alguien "debemos acostarnos como gallinas al atardecer y levantarnos muy temprano, como los gallos".


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